A Venus se le conoce como el lucero de la tarde y del alba, se aprecia a simple vista en el mayor de los casos cuando el Sol está saliendo y cuando se está ocultando debido a que su órbita está más al interior del sistema solar que la de nuestro planeta. Los primeros astrónomos en observarlo desde la Tierra por medio de telescopios lo describian como un disco cubierto por un manto interminable de nubes, de un tono amarillento, las cuales, impiden observar la superficie en la longitud de onda en luz visible. Los esfuerzos por encontrar alguna característica de un interés particular desde observaciones terrestres parecían imposible, hasta que en la década de los años 60 ‘s mediciones de radio permitieron saber que la superficie es rocosa y está formada por grandes cadenas montañosas. Posteriormente con las misiones orbitales y misiones in-situ, la unión Soviética con su programa espacial de las sondas Venera y Estados Unidos con Pionner Venus, midieron temperaturas superiores a 450°C y 92 atm en la superficie, una composición atmosférica basada en un 95% en dióxido de carbono 3% de nitrógeno, 0.015% de dióxido de azufre, 0.007% de argón, 0.002% de vapor de agua, 0,0017% de monóxido de carbono y 0.0012% de helio. La sonda Magallanes de la NASA en la década de los 90 ‘s cartografió, utilizando la técnica del radar en órbita, toda la superficie anteriormente oculta, ahora conocemos toda la morfología de su superficie, identificando volcanes, valles y montañas de material basáltico, entendemos un poco más el caótico comportamiento de sus vientos, fenómeno conocido como super rotación, su composición atmosférica altamente ácida debido al ácido sulfúrico y su geología que muestra una alta actividad volcánica en el pasado, aunque estas revelaciones han hecho surgir cuestiones científicas más profundas, como: ¿ Por qué un planeta tan parecido a la Tierra, en condiciones de formación similares es ahora tan diferente?.
El estudio en profundidad de Venus es valioso para comprender la formación y evolución de otros sistemas estelares a años luz del nuestro, Existen modelos de evolución planetaria que dan una explicación. En el sistema solar temprano, cerca de 4 mil millones de años atrás, el Sol era 25% menos luminoso de lo que es hoy en día, bajo esta condición es plausible asumir que Venus pudo haber evolucionado de forma que las características fueran aún más similares con las de la Tierra, con extensos océanos de agua, terreno selvático, temperaturas y densidades atmosféricas favorables para la evolución de la astrobiología. Pero a medida que el Sol incrementó su luminiscencia fue calentando lentamente los océanos haciendo que se evaporaran y migrarán a las nubes altas modificando o exterminando las formas de vida hipotéticamente existentes.“Venus ha tenido tiempo de sobra para evolucionar la vida por sí mismo… Algunos modelos sugieren que una vez tuvo un clima habitable con agua líquida en su superficie durante 2.000 millones de años.” (Sanjay Limaye, Astrobiology magazine).
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