En un emocionante hallazgo arqueológico, investigadores han desenterrado una punta de flecha única de la Edad de Bronce en Suiza, forjada con metal proveniente de un meteorito. Este descubrimiento, detallado en un nuevo estudio, arroja luz sobre la antigua habilidad de las culturas prehistóricas para aprovechar materiales extraterrestres en la fabricación de armas.
Explorando el Pasado: Rastros de la Edad de Bronce
Los investigadores se embarcaron en una búsqueda específica alrededor del lago Biel en Suiza, enfocándose en artefactos arqueológicos fabricados con hierro meteorítico. Su esfuerzo fue recompensado al descubrir una punta de flecha única en su tipo. Pesa 2.9 gramos y mide 39.3 milímetros, llevándonos directamente a la Edad del Bronce, específicamente a la vivienda de Mörigen, que data entre el 900 y el 800 a.C.
El Toque Extraterrestre: Confirmación de la Naturaleza Meteórica
La autenticidad del material extraterrestre fue verificada mediante la presencia de isótopos de aluminio-26, exclusivos de objetos más allá de la atmósfera terrestre. Además, se identificó una aleación única de hierro y níquel presente solo en meteoritos. La punta de flecha, en su análisis, reveló residuos de un antiguo adhesivo, posiblemente alquitrán de abedul, indicando que pudo haber estado unida a un eje en algún momento de su historia.
El Enigma del Origen: Meteorito IAB y un Candidato Sorprendente
A pesar de la proximidad de Mörigen al sitio del meteorito Twannberg, el análisis reveló que las concentraciones de níquel y germanio no coincidían con este meteorito. La punta de flecha fue forjada a partir de un meteorito IAB, y tras una cuidadosa inspección, se identificaron tres meteoritos en Europa con composición química consistente con la punta de flecha de Mörigen: Bohumilitz (República Checa), Retuerte de Bullaque (España) y Kaalijarv (Estonia). De estos, solo el último impactó durante la Edad del Bronce, convirtiéndolo en el candidato más probable para la fuente del hierro utilizado.
Comercio de Meteoritos: Un Fenómeno Antiguo
El meteorito Kaalijarv, que se estima se estrelló entre 1870 y 1440 a.C., habría sido conocido por las poblaciones locales durante ese período. La distancia de 1,600 kilómetros entre Mörigen y Kaalijarv sugiere que los meteoritos de hierro se utilizaban y comerciaban en Europa Central al menos en el 800 a.C. Este fascinante hallazgo revela una complejidad en las interacciones y conexiones entre las culturas antiguas, así como la habilidad para aprovechar los recursos cósmicos en la fabricación de herramientas y armas.
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