En el mes de diciembre de 2021 recibí en el laboratorio una muestra de meteorito que me resultó particularmente interesante. Un examen rápido dejaba de manifiesto la presencia de una fase metálica moderada y una población de cóndrulos algo inusual. Algunos se mostraban perfectamente, pero muchos otros estaban deformados, eran ovales o simplemente no parecían cóndrulos, ya que se acomodan unos contra otros rellenando gran parte de los intersticios entre los mismos.
Aquello me puso en alerta, ya que de alguna manera aquella condrita no era lo usual que se puede esperar en este grupo de meteoritos, así que preparé el espécimen tipo y solicité la clasificación oficial del mismo en orden a conocer porqué mostraba aquellas características tan curiosas.
El resultado no se hizo esperar, y el meteorito se inscribió en las bases internacionales con el nombre NWA 14816. La clasificación resultó interesante. Era una condrita ordinaria, según lo previsto, del grupo L4, y curiosamente con un grado de alteración W0 (estaba en un grado de conservación extraordinario), pero una nota adjunta dejaba de relieve que se trataba de una “cluster chondrite” (condrita racimo). ¿Qué significaba aquello?
Recurrimos a la lectura del paper Ultrarapid chondrite formation by hot chondrule accretion? Evidence from unequilibrated ordinary chondrites, del Dr. Knut Metzler (2012) donde se investiga este fenómeno. Se trata de la presencia de clastos en algunas condritas, independientemente de su tipo, en los que se aprecia una población de cóndrulos que oscina entre el 82 – 92% del volumen, y que muestran una curiosidad, está deformados. En mayor o menor medida, el grado de deformación de los cóndrulos es establecido por el investigador entre el 11 y el 17%, teniendo en cuenta que el valor máximo de deformación que puede sufrir un cóndrulo individual es del 50%, por razones de limitación geométrica.
El autor propone un modelo por el que se formarían estos “cluster” en las condritas, y teoriza que podría deberse a que los cóndrulos, aún calientes y deformables tras su formación, junto con pequeñas cantidades de matriz coacretada, formaron un planetesimal, o alcanzaron la superficie de uno ya formado, en el lapso de tiempo de entre unas horas y unos pocos días después de la formación de los propios cóndrulos. Debido a un proceso de compresión estando aún calientes, se produciría la deformación que muestran. Colisiones posteriores fracturarían estas composiciones, formando posteriormente parte las condritas como clusters o clastos con racimos de cóndrulos comprimidos y solidificados.
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