Desde el inicio de la exploración lunar, la investigación científica se ha centrado en el análisis y caracterización de las rocas recuperadas por los programas Apolo (NASA) y Luna (Rusia). Gracias a las muestras recuperadas, se ha establecido una comprensión profunda de la geología lunar.
Por ello, es importante la identificación de los meteoritos lunares, la recuperación del mayor número posible de muestras y la perfecta conservación y tratamiento de las mismas, ya que contienen datos geológicos muy sensibles y de especial interés científico.
Los meteoritos lunares representan auténticas fuentes de información para la ciencia, muy valiosas para comprender la composición y los procesos de petrogénesis y evolución de nuestro satélite natural. Desde que se identificaron los primeros meteoritos lunares, gracias al aporte de datos derivados de la investigación y análisis de rocas de las misiones espaciales, los meteoritos lunares han tenido una consideración especial en nuestras investigaciones. El conocimiento ha aumentado y se ha consolidado después de la identificación de Yamato 791197, un meteorito inexplorado durante mucho tiempo, y ALHA 81005 (Takeda et al, 1986). Tras ellos, se han producido un número creciente de descubrimientos no solo en el continente antártico, sino en los grandes desiertos de África y Australia.
Después de consultar numerosas referencias especializadas en el tema, como las brindadas por Turkevich, 1973; Stöffler et al., 1985; Korotev, 1996, 1997, 2003; Taylor, 1982; Takeda et al., 1986; Demidova et al., 2006 y muchos más (ver referencias), estamos en condiciones de realizar investigaciones geoquímicas y petrográficas sobre una nueva muestra de roca lunar hallada en el desierto del Sahara, y propuesta para su clasificación oficial en The Meteoritical Bulletin.
Este amplio conocimiento en la identificación de meteoritos lunares ha aportado una robustez admirable a la investigación satelital, ya que en los meteoritos tenemos muestras de diferentes lugares de la superficie lunar que no han sido muestreadas por misiones espaciales por el momento. La presencia de anomalías químicas específicas en todos ellos, como seña de identidad de los mismos, ha permitido establecer los parámetros geoquímicos apropiados y característicos de los materiales de la Luna.
A estos datos se suman los obtenidos por los orbitadores y los derivados de las nuevas investigaciones realizadas sobre muestras lunares que han permanecido aisladas desde que fueron recuperadas durante el programa Apolo de la NASA.
En este trabajo que presento he llevado a cabo el análisis de los datos obtenidos en la investigación de la nueva muestra lunar, cuyo proceso oficial concluyó con la inscripción de una roca encontrada en la frontera entre Libia y Argelia a principios de enero de 2021. Una sola piedra de 21 gramos recuperada, y concluyen que es el nuevo meteorito NWA 14005, una brecha feldespática procedente de las Tierras Altas Lunares.
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