En 1957 la Unión Soviética lanzó un pequeño satélite, el Sputnik, y empezaba la era espacial. En los últimos 60 años se han enviado sondas no tripuladas a todos los planetas del sistema solar, cometas, asteroides, satélites.
También se han lanzado observatorios espaciales como el telescopio espacial Hubble para estudiar el Universo.
Además de todos estos objetos mandados al espacio hay “cosas” perfectas para su uso en el espacio como es el caso de los robots.
No se cansan y no es preciso que se paren, pueden sobrevivir en condiciones muy difíciles en el espacio.
Uno de estos robots es el Rover Curiosity que cumple una misión en el planeta Marte: explorar su entorno en busca de elementos de vida.
Curiosity es el robot más grande aterrizado en otro planeta, es del tamaño de un coche todoterreno, y con unas ruedas especiales y grandes para no quedar atascado entre la arena y las rocas de Marte.
Pesa casi 900 kilos con 75 de ellos en instrumentos científicos, con una longitud de 3 metros y una anchura de 2,9 metros y con una altura de 2 metros.
Con un brazo robótico muy largo. Está equipado con un rayo láser que se dispara para estudiar alguna zona de interés científico.
¿Quieres construir tu propio Rover y ver como se mueve en una superficie como el suelo de tu clase?
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