El panorama económico internacional no va bien. No hace falta ser economista para darse cuenta. Desde el
inicio de la pandemia del coronavirus, los países se han visto forzados a implantar duras medidas de
contención ante la expansión del virus. Esto nos ha concedido vivir tiempos privilegiados, pero también nos
encontramos siendo testigos en los albores de una crisis sin precedentes desde la segunda guerra mundial.
El producto interior bruto de las naciones sufre descalabros nunca antes conocidos, y en gran parte esto
se ha visto afectado ante las medidas de cierre de fronteras, desplome del turismo, confinamientos poblacionales,
y limitaciones a las empresas, que unidas a la necesidad de prescindir de empleados, encamina a la sociedad
a una crisis como pocas se recordarán en las últimas décadas.
Estamos siendo testigos del imparable descalabro de los activos de inversión. Criptomonedas, antigüedades,
acciones de empresas, caen en picado, y están llevando a la ruina más absoluta a sus inversores. Pero no a todos.
Todavía se perfilan algunos activos que cogen fuerza, sobre todo los ligados a los sectores farmacéuticos.
Pero en estos momentos de incertidumbre, donde aún desconocemos el tiempo que durará la pandemia y por
cuánto más se prolongarán las consecuencias de la misma, coleccionistas e inversores de todo el mundo están
descubriendo un nuevo activo refugio donde depositar ahorros; los meteoritos.
Las rocas procedentes del espacio se han convertido en aliados extraordinarios de los inversores y los
coleccionistas. Quienes conocemos bien este tema, sabemos que la rentabilidad en este tipo de materiales está
más que garantizada a medio y largo plazo. Y entre estos materiales están destacando, por su rareza, las
rocas procedentes de la Luna y de la corteza de Marte.
Lunaítas, Nakhlitas, Shergottitas, Chassignitas y otros similares se han convertido en rocas cuyo valor
supera en varias veces el valor refugio del oro, llegando en algunos casos a ostentar precios que superan los
2500 dólares por gramo. Aquí y ahora es donde se está invirtiendo una importante cantidad de recursos, y aunque
es cierto que el futuro es impredecible, todo apunta a que es momento de invertir en meteoritos para no
dejar pasar el carro del suculento retorno que se prevé para los próximos meses y años.
En esta labor de inversión, como en todas las demás, es primordial contar con el asesoramiento de profesionales y
entidades universitarias acreditadas. Hoy, más que nunca, encontrar un meteorito es sin duda uno de los
mayores tesoros que podemos encontrar, sobre todo cuando éstos hayan sido analizados y acreditados por
instituciones o laboratorios.
Meteoritos, ahora más que nunca, es tiempo de invertir.
METEORITES LAB.
TIENDA METEORITOS MCM.
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